Las jornadas de inicio de curso de la Fundación Ángel Tomás- FISAT han concluido tras diferentes sesiones dirigidas a cada una de las plataformas sociales.

Por: FISAT

La Esperanza guiará el día a día en los proyectos de FISAT. Con ese objetivo, en la jornada de inicio de curso de la fundación, las trabajadoras y trabajadores reflexionaron sobre su sentido y cómo vivir en clave de Esperanza.

Las jornadas de inicio de curso de la Fundación Ángel Tomás- FISAT han concluido tras diferentes sesiones dirigidas a cada una de las plataformas sociales. Aunque echamos de menos un encuentro conjunto de toda la entidad, seguimos con los protocolos COVID.

El objetivo de estas jornadas es comenzar el curso con una reflexión personal y en grupo, este año centrados en la Esperanza.

Los proyectos sociales de Valencia, Burriana, provincia de Alicante, Cartagena y el equipo de sede central tuvieron un tiempo compartido para pensar sobre el significado del lema inspectorial de este año: “Nos mueve la Esperanza”. Con el apoyo de canciones, poemas, ilustraciones y parlamentos reflexionaron sobre su sentido. ¿Qué es la Esperanza? ¿Qué no debe faltar en la Esperanza? ¿Somos Esperanza? ¿Necesitamos Esperanza?. “La Esperanza debe ser trascendente, contagiosa y solidaria”, contaba Josan Montull en una de los vídeos que sirvieron para argumentar.

No podía faltar la figura de Don Bosco para reflexionar sobre la Esperanza en clave salesiana. Él fue un soñador, un hombre de Esperanza. A través de la “Carta de Roma”, escrita por Don Bosco en 1884, dirigida a la comunidad de Turín-Valdocco, se extrapoló su realidad a la actual en los proyectos sociales salesianos.

Finalmente, cada proyecto generó un decálogo para trabajar en clave de Esperanza este curso.