Este sábado 23 de noviembre en La Cuna Tetería en Elche, más de una decena de artistas ofrecerán un concierto a favor de los proyectos sociales de la Fundación Ángel Tomás – FISAT en la ciudad de Elche.

Por: FISAT

200 entradas vendidas en tiempo récord, las primeras 100 en apenas unas horas; un amplio apoyo de empresas, Ayuntamiento, medios de comunicación, implicados en este evento a través de diferentes acciones. Y más allá de un lleno total y de las colaboraciones con la Fila 0, algo muy importante: el nombre de FISAT y la labor que desarrolla a favor de los menores y la juventud más vulnerable resuena en Elche.

Detrás de toda esta organización está Juanjo Rodríguez Noguera, músico vinculado desde niño a Salesianos que ha hecho de su pasión, la música, el hilo a través del cual conducir su compromiso social.

Juanjo ha movilizado a media ciudad de Elche, contagiando su entusiasmo y ‘liando’ o más bien sumando a su paso a amigos y a compañeros de viaje.

JUANJO RODRÍGUEZ NOGUERA. Desarrolló su faceta musical en los ambientes salesianos: en el coro Domingo Savio, en el centro juvenil Gentjove. Atesoró canciones durante años. Con su primera banda, Libranza, compuso sus primeras canciones y fue una grave enfermedad la que desencadenó que entrara en un estudio a grabar. “Entre temores me digo que debo entrar al estudio a grabar esas canciones que estaban ahí guardadas y otras que fueron surgiendo en el camino”.

Llegaría su primer disco autoproducido en 2014, “Si he de volver a empezar”; y un año después un evento a beneficio de AECC fue su particular homenaje a una batalla vencida. Con “Noguera y amigos” celebra su alta médica.

En 2016 publica su segundo disco: “Si he de volver a empezar, contigo”.

Esperando la inspiración continúa involucrado en la música hasta que, en verano de 2019, junto a compañeras y amigas como Ana Martínez y Asun Blasco, “hablando de las canciones Pop decidimos que era momento de dar un concierto para amigos y familia; y con esa responsabilidad, sabiendo que mejor o peor en la realización podría haber un bien superior que sería hacer un concierto benéfico”.

«Estuvimos pensando qué entidad sería la receptora de lo recaudado en el concierto y no podría ser otra que la que más cerca sentimos, al conocer las realidades locales de nuestra casa salesiana de referencia”. La Fundación Ángel Tomás – FISAT cuenta en Elche con el piso de emancipación Casa Mamá Margarita y con el Campamento Urbano que cada verano ofrece una opción de ocio y tiempo libre a más de 100 menores.

Y con este reto así surge The Cider Band, formación integrada por padres y madres vinculados a salesianos en Elche (Ana Martínez, Asun Blasco, David Pineda, Fabián Vera, Pedro Quiles, Vicky Meneses y Juanjo Rodríguez).

Junto a ellos compartirán escenario The Inexplicables, banda formada por Miguel Celdrán, Joaquín Pérez y Fabián Vera, acompañados a la batería por Alejandro Espín.

The American Revival que son Jesús Piñol, Pedro Quiles, Paco Voltios, Lucas Ortíz y Ramón Coves, que no estará por estar de viaje pero que ocupará su lugar Alejandro Espín.

A Noguera le acompañarán Paco Machón, Carlos Tarancón y Ernesto Such. Presentará José Antonio Soriano, “un buen amigo y actor que va a hacer del espectáculo algo único e irrepetible”.

¿Qué argumentos has utilizado para convencer a tantas personas y empresas para organizar el concierto solidario? ¿Argumento? ¡La alegría de ser un acto compartido! La actividad cultural en Elche es rica y variada, y en ese camino inicial que os he contado he ido coincidiendo con mucha buena gente que gracias a Dios se muestra disponible sin reservas. The Inexplicables, Fabián Vera, The American Revival… son grandes veteranos y amigos dispuestos siempre a crear buenos momentos.

Las empresas siempre han sido necesarias y también gracias a Dios siempre las he podido encontrar a modo de mecenazgo para poder realizar cada proyecto. Sin ellos sin duda todo sería más complicado. Es fácil de explicar que todo proyecto conlleva una serie de gastos, ¿cómo gestionamos un evento solidario antes de empezar? Sabemos que son muchos los artistas disponibles que están ensayando, con sus gastos en material, locales de ensayo… ¡y lo van a hacer gratis!

Tenemos el equipo de sonido, los auxiliares de sala…Nos falta comunicación, efectiva e impactante, y las dietas para 20-30 personas, ese día habrá que comer, habrá que cenar… No queda otra que explicarlo y vuelve a estar la magia ahí. Son muchas las que confirman su participación de una manera u otra, cuidando la Fundación, a los artistas, al público. Y sin duda no hay otra explicación más que el gusto de compartir las buenas causas.

Gracias a todas ellas. Algunas llevan cerca de 5 años ya colaborando conmigo, ¡lo que nos queda! -esto parece que es echarle morro, pero es “soñar bonito”-.

¿Qué sensaciones tienes horas antes del concierto? Pues sobre todo felicidad, todo tiene sentido, todo está dispuesto, inquietudes de cumplir con los horarios, de estar sensible a las emociones de los artistas, del público, de la gente de la sala. Que los ensayos de última hora junto con el cambio de tiempo respeten las voces. Ganas de retener lo vivido hasta ahora, que el resultado agrade a todos y seguir soñando.

¿Por qué crees que es necesario comprometerse con una entidad como FISAT? Personalmente conocí a Ángel Tomás en mi etapa de monitor del centro juvenil. La he visto nacer, crecer y asentarse en la ciudad. Sin duda hoy en día se ha popularizado las siglas MENAS, sin querer ver a los niños y jóvenes con sus esperanzas e inquietudes que están formándose y conviviendo con nosotros, con igualdad de motivaciones y retos para la vida.

Y, sobre todo, si creemos que la gente solo puede amar a lo que se conoce, merece la pena seguir dando pasos en difundir el trabajo realizado que es importantísimo para el futuro de nuestra sociedad.

¿Qué canción le dedicarías a tantos jóvenes, niños y niñas por los que trabaja la fundación salesiana? “Somos Familia”. En 2007, el lema de aquel año en la comunidad educativa de Salesianos Elche, siendo director Antonio Gil Prieto, fue “Somos familia, que nadie se quede fuera”. Aquel fue el primer año del Campamento Urbano en Elche y me propusieron hacer el himno del campamento, que grabamos con alumnos de aquella época del cole y que luego fueron monitores de Gentjove y del campamento. Aun hoy se sigue cantando como si fuera aquel año, cosa que me llena de orgullo y recuerdos llenos de cariño.