Jóvenes de la Casa Don Bosco están participando en una nueva actividad para trabajar las habilidades comunicativas. Se trata de una enriquecedora experiencia con personas de la tercera edad. El resultado está siendo muy satisfactorio, con una gran implicación por parte de los menores.

Por Casa Don Bosco Valencia

Desde hace tres meses se está llevando en la Casa Don Bosco de Valencia una nueva propuesta educativa dinamizada por una alumna en prácticas de Educación social de la Universidad Católica de Valencia y acompañada por una educadora del centro.

El proyecto pretende trabajar las habilidades sociales de los menores, centrándose en las habilidades comunicativas. Se lleva a cabo a través de un Aprendizaje-Servicio (ApS), siendo esta una pedagogía que combina la educación experiencial y el autoconocimiento, promoviendo que los menores tengan una experiencia educativa en la que se fomente la implicación social y el bien común. La clave de este proyecto es el intercambio generacional con personas de tercera edad, ya que nos permite establecer relaciones solidarias, permitiendo el desarrollo individual llegando a producir una mejora en el bienestar y en la calidad de vida de los menores.

Otro aspecto que se tiene en cuenta son las características tanto de los destinatarios como de los implicados en el proyecto. Por una parte, tenemos las destinatarias que son seis mujeres de tercera edad con bajas limitaciones físicas y cognitivas, por lo que presentan la mayoría de las capacidades para realizar los talleres o actividades propuestas por los menores. Por otro lado, tenemos a los implicados, tres menores de la Casa Don Bosco de Valencia. Ellos, en grupo, preparan las sesiones que se llevarán a cabo en el centro residencial de tercera edad, siempre guiados por una educadora o educador.

Actualmente, el proyecto lleva ocho sesiones realizadas, dos de ellas en el centro residencial, las cuales han sido satisfactorias tanto para las personas de tercera edad como para los propios menores, produciendo un sentimiento de retorno para ambos grupos. Las sesiones llevadas a cabo en la casa Don Bosco suelen ser productivas, de forma que los jóvenes suelen estar predispuestos a proponer actividades para las sesiones con las mujeres, además de mantener actitudes positivas y activas. En general, en todas estas sesiones impartidas, los menores están mostrando una alta implicación.