Mitos, creencias, estereotipos y retos en las adicciones. Destinatarias de Grupo Martes entrevistan a Sara Piñango, psicóloga del programa de apoyo en la rehabilitación de personas con adicciones que han estado privadas de libertad.

 

Por: Grupo Martes – FISAT

¿Por qué la gente cree que las adicciones son un vicio y no una enfermedad?

Vivimos en una sociedad en que las personas nos guiamos mucho por las etiquetas y los estereotipos que ponemos a todas las realidades que no conocemos para encontrarle una explicación. Estas etiquetas, estos estereotipos, están influidos por muchas cosas; entre ellas, la información que nos llega de los medios de comunicación. Entonces es verdad que con las personas que sufren adicción y con los trastornos adictivos, esa imagen ha tenido connotaciones bastante negativas. Por eso, nuestro trabajo como profesionales en este campo es ir destruyendo poco a poco este estereotipo negativo que se ha formado.

¿Por qué recae la gente después de haberse rehabilitado?

Es una pregunta compleja, porque no hay un solo motivo o una sola causa para que las personas puedan recaer. Desde Grupo Martes, entendemos las adicciones como una enfermedad para toda la vida. No porque la persona no pueda vivir sin estar en consumo activo o vivir en estado de deshabituación, sino porque es importante siempre ser consciente de la historia que se ha vivido.
Los factores de riesgo que se pueden ir presentando en tu vida, escenarios de riesgo etc. hay que tenerlos siempre presente, que no pierdas la atención de lo importante.
Es cierto que en la práctica nos han dicho que algunas personas recaen porque empiezan a confiar, a darse permisos, a pensar que ya han superado la adicción, por tanto se pueden enfrentar a determinados escenarios que realmente no están preparados para afrontar.

¿Qué enfermedades pueden ocasionar las sustancias?

Depende de las sustancias. Es decir, no todas las sustancias pueden tener como consecuencia las mismas enfermedades. Si bien es cierto que yo diferenciaría o dejaría claro que no solo puede desencadenar enfermedades físicas, como puede ser un cáncer de pulmón, hepatitis etc. sino que también es importante tener presente las enfermedades mentales que están asociadas con el consumo de sustancias y que muchas veces son olvidadas porque nos centramos en el trastorno adictivo.
Es importante que las personas con patología dual (que son aquellas que tienen una enfermedad mental y un trastorno adictivo), trabajen ambas en conjunto, ver cuál es la primaria, cuál es la secundaria y trabajarlas de forma transversal y no dejar ninguna olvidada.

¿Es bueno tener el apoyo familiar para la recuperación?

Tener un buen apoyo familiar es un factor de protección y un factor muy importante a la hora de poder tener una recuperación y un buen proceso terapéutico. Pero es cierto que, desgraciadamente, no todas las personas que acceden o que solicitan ayuda para un tratamiento de un trastorno adictivo tienen un buen entorno familiar o una red de apoyo familiar que facilite este proceso de recuperación. Por eso también hay que ser conscientes de que, en algunos casos, es preciso romper los lazos familiares si estos están siendo negativos para la persona.
También es verdad que, en algunas ocasiones las familias no pueden ofrecer ese apoyo. Ha llegado a un punto en el que, ya sea por agotamiento o incluso por la capacidad física, o por el estado emocional, que a veces ha desencadenado fruto de la adicción del familiar, o del allegado, no pueden cumplir esa función de apoyo. Incluso son estas personas las que necesitan romper el lazo. En estos casos, hay que trabajar el entender y comprender que la familia también tiene sus tiempos y que necesita un espacio para poder sanar todo eso que se ha producido fruto de la problemática.

¿Una persona adicta puede rehabilitarse sin la ayuda profesional?

Depende de casos, sí que es cierto que contar con la ayuda externa de un profesional facilita el poder hacer un buen proceso terapéutico, porque al final las adicciones son un problema complejo que incluyen actos biológicos, psicológicos, sociales y hay que trabajar muchas cosas. Es un trastorno en el que se necesita desaprender muchas conductas, muchos hábitos que me han acompañado a lo largo de un tiempo y necesito aprender conductas nuevas.
Además, hay veces que se necesita el apoyo de determinados medicamentos que solo nos los pueden facilitar un profesional facultativo o una médica o un médico.

¿Por qué la mayoría de la gente suele tener un rechazo hacia las personas consumidoras?

Es fruto de la desinformación, se ha generalizado una idea, un estigma sobre las personas con trastorno adictivo y nuestro trabajo ahora es informar a la gente para que vean la realidad tal y como es, enseñando la realidad de un trastorno adictivo y no solo la que se nos muestra o la que el estigma ha dejado como patente en la sociedad.

¿Qué le dirías a una persona que está muy mal y quiere curarse pero no sabe cómo?

Que pida ayuda. Desgraciadamente no hay una varita mágica, cada caso es único y es verdad que las características son comunes para lanzar el tratamiento y la intervención para personas con trastornos adictivos. Pero no hay que perder de vista la individualización y para eso necesita pedir ayuda, hacer una evaluación con una serie de profesionales y, a partir de esa evolución, depende de qué necesidades se detecten para fijar un objetivo y un plan de tratamiento.

¿Por qué algunas personas se dan cuenta de que tienen un problema de adicción y otras no?

Antes de que una persona busque ayuda generalmente hay un momento en el que ese problema está presente y la persona no es consciente de ello. Primero son las personas del entorno las que suelen ser conscientes o se dan cuenta de que hay un problema. Después llega un momento, o puede que no llegue, que la persona dice, “ a lo mejor tengo un problema. Pero, ¿merece la pena pedir ayuda? ¿qué cambios suponen para mí? ¿me va a ser positivo o negativo?
Luego ya viene el momento de pedir ayuda. Al final es un proceso, hay personas que consiguen avanzar y hay otras que se quedan por el camino. La mayoría de personas con problemas de adicción pasan por ese momento de no ser conscientes de que hay un problema.

¿Por qué hay personas que creen que consumiendo de vez en cuando, consideran que no son adictos?

Primero se tendría que evaluar si la persona en cuestión tiene un problema de adicción, porque puede darse de consumos esporádicos y que la persona no desarrolle un trastorno adictivo. Eso no quita que tengamos que diferenciar entre uso a abuso y dependencia. No hace falta llegar a esa dependencia para que haya un consumo problemático de una sustancia.
El consumo de las sustancias tiene unas consecuencias negativas para la persona y para eso no hace falta llegar al momento de la adicción para que se produzca. Se añade también actualmente que, el consumo de las sustancias está cada vez más normalizado en nuestra sociedad. Cuesta más darse cuenta de cuándo se cruza esa línea.

¿Cómo un adicto puede expresarse a su familia y no tener miedo en decir lo que le pasa?

Lo más importante es la honestidad, hablar desde la experiencia de lo que estoy viviendo. Una vez ya hablado con la familia, el siguiente paso es buscar ayuda. Sobre todo hay que estar preparado porque a veces la reacción de la familia puede no ser la que queremos o esperamos. Hay que ponerse en el lado de la familia, en su posición y tener esa capacidad empática de comprender que la primera impresión, o la primera reacción puede ser diferente de la que se esperaba.

¿Qué es lo peor de trabajar con una persona adicta?

No hay nada que sea peor ni nada específico de trabajar con las personas con adicción. Pienso que todos y todas las profesionales que trabajamos con las personas al final tenemos que intentar desconectar y no llevarnos los problemas y las historias de las personas con las que trabajamos a casa.
Es complicado porque hay un grado de implicación, sobre todo en nuestro caso, que trabajamos con vivienda tutelada y tenemos un contacto continuo con las personas; es donde quizá más dificultades encuentro.
Así de específico de los trastornos adictivos diría, trabajar la tolerancia, la frustración, porque es tan presente y somos conscientes que puede haber recaídas, y tienes que intentar no cargar con la responsabilidad de las decisiones que toman las personas con las que trabajas.