Los Salesianos de Don Bosco desde hace más de 150 años consideramos a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes sujetos activos de derechos, y buscamos el potencial positivo que existe en cada uno de ellos y ellas, a través de la educación. En todo el mundo, sin embargo, hay millones de “Menores Extranjeros No Acompañados” (MENA), una de los colectivos con más riesgo de sufrir violencia, explotación y violación de derechos. Con motivo de la Jornada Internacional para los Derechos de los Migrantes, que se celebra el 18 de diciembre, Don Bosco Internacional presenta algunas líneas guía para que el trabajo Salesiano con estos menores sea siempre de calidad y que responsa a las demandas específicas de este colectivo.
Redacción Don Bosco Internacional
Según un reciente informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) las personas que huyen de la guerra, persecución o violencia en el mundo hasta 2015 eran 65,3 millones, casi la mitad de ellos, menores: niños y jóvenes en situación de indefensión y necesidad.
En todo el mundo son muchas las Obras Salesianas activas en el campo de los menores migrantes y refugiados: en Estambul, Turquía, los Salesianos acogen desde hace 20 años más de 1000 niños y jóvenes que han huido de las guerras de Irak y Siria; en Líbano los Salesianos los acogen en el Oratorio de EL Houssoun; en Kenia lo hacen en el macro-campo de refugiados de Kakuma; en Alemania acompañan a alrededor de 500 refugios, la mayor parte de los cuales en Múnich y Nürenberg; jóvenes migrantes son ayudados en Tijuana, en México, en la frontera con las Estados Unidos; y en Italia, España, Austria, Portugal, Malta… y tantos otros países, donde las comunidades acogen desde familias hasta decenas de refugiados, proporcionando también su inserción socio-laboral.
Para asegurar que a cada menor migrante o refugiado se le garantiza la mejor tutela posible, con motivo de la Jornada Internacional de los Derechos de los Migrantes, Don Bosco Internacional, organismo que representa a los Salesianos en las Instituciones europeas, ha publicado algunas líneas guía para el trabajo salesiano con MENAs, que requieren:
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un apoyo adecuado del MENA a partir de su tratamiento como individuo, desde el primer contacto hasta más allá de los 18 años;
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el compromiso de cooperación con otros instituciones cualificadas;
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la educación integral;
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la promoción de la dignidad humana del MENA;
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la integración específica a través de estructuras adecuadas para evitar la constitución de “guetos”;
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el apoyo en el aprendizaje del idioma;
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itinerarios de formación permanente para aquellos implicados pedagógicamente con los Salesianos.
Para la Familia Salesiana no cuentan el género, el credo, la educación, el origen, el pasaporte… Cualquier chico o chica es sujeto activo de sus propios derechos, protagonista de su propia historia y está en el centro de todo el proceso educativo. No es considerado sólo como un/a destinatario/a de servicios, sino una persona con ideas propias, que debe ser escuchada y respetada. “Me basta que seáis jóvenes para amaros”, decía Don Bosco.
La declaración completa está disponible en la página web de Don Bosco International en este enlace: